sábado, 20 de julio de 2013

UNA TUMBA EN EL DESIERTO.

Hace muchos años conseguí una fotografía de una tumba con restos de un avión en lo que parecía un desierto. La fotografía, que la pensaba usar para uno de mis trabajos, quedo como algunos proyectos, durmiendo el sueño de los justos, a que apareciera algo, un indicio de que ese proyecto continuara, pero poco a poco fue quedando en el olvido. Como no tenía ningún dato que identificara la imagen que aparecía en la fotografía, tan solo un escueto pie de foto que decía: “restos de un avión en el desierto”, siguió olvidada.
Hace unos meses compre el libro “Alas sobre el desierto”, la aviación militar española durante el conflicto del Sahara, 1975, escrito por José Miguel Sales Lluch. Leyendo el libro, llegue a un hecho que en él se relata, páginas 26 y 27, del que copio literalmente:


En el verano de 1974, conforme el nivel de tensión existente en el Sahara subía de tono alcanzando el máximo nivel de alerta, el 463 escuadrón tuvo que organizar el despliegue masivo de todos sus recursos para posicionarlo en El Aaiun. Para la unidad, el año había comenzado con mal pie. El 14 de febrero de 1974, una formación integrada por 4 C.6 realizaba un servicio de reconocimiento armado vigilando la zona fronteriza con el norte de Mauritania. Volando como punto número cuatro a bordo del T-6 matriculado C.6-183, mientras sobrevolaban en pescadilla el puesto de Tifarit para identificar los paneles de novedades, el teniente Jaime Michelena Bárcena quedó retrasado. Cuando se disponía a reunirse nuevamente con los otros Texan parece ser que ciñó excesivamente el viraje entrado en pérdida, precipitándose contra el suelo. El teniente Michelena perdió de la vida (sic) en el violento impacto producido. Utilizando unos pocos restos del C.6 destrozado, el motor con la hélice y una porción de la sección de cola colocados sobre un montículo formado con piedras, los soldados de la Agrupación de Tropas Nómadas levantaron un sencillo monumento en el lugar donde tuvo el desafortunado accidente. Posiblemente en la actualidad todavía pueda constatarse su presencia en aquel desolado punto del desierto.

Algo me decía que la foto que tengo son los restos de ese avión, el C.6-183, que pilotaba el Teniente Jaime Michelena Bárcena, la composición y colocación de los restos, el montículo de piedras, la sección de cola, y parte del motor, y la hélice, sin lugar a dudas son los resto de dicho aparato.


Una tumba en el desierto, con los restos del aparato que pilotara el Teniente Michelena, sirvió de homenaje y recuerdo a los aviadores españoles del Ejercito del Aire que lucharon y cayeron sobre las arenas de la que por entonces era nuestra provincia africana. (Fotografía Archivo Carlos Bourdon)


El Teniente Jaime Michelena Bárcena, de la XXV promoción de la Academia General del Aire, 1969. Caído en acto de servicio en defensa de España. Que este pequeño trabajo sirva como homenaje y recuerdo a su memoria. (Fotografía Archivo Carlos Bourdon


Fuentes: elaboración propia



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